Crust Punk
Viajo en el
tren de la desgracia
Los punk
quieren entrar
No tienen
boleto
Organizo la
rabia
El mohicano
femenino, me mira con el ojo pal lado
Escondo la
mirada
Miro su clítoris
Aros
Cadenas
Miedo
Me flecho
con la vanguardia de las zapatillas con caña
Voy al baño,
me miro la pichula
Se esconde
como siempre
No la uso
mucho…
Me golpean
la puerta, entra una mujer
Se sienta en
la taza del baño
Suelta su líquido
Me mira, en
posición de defecar
La felación viene
a mi entre pierna
Me dejo
querer
Erección barata
con olor a revolución
Saco la
billetera
Le doy de
comer a mi nariz
Ella se suma
Lacio pero
digno
Sube, la
lengua se mueve por mi boca
Veo dos
bototos
Remera de
cryptic slaughter
En mis tetas
erectas
El tren a
San Antonio…
Salgo del
baño, me siento
Hablo con la
mujer de al lado
La chica
punk se limpia la boca
Sus labios conversan
de revolución
Mi compañera
de asiento, por el dinero
Sacudo mi
pichula pegada al calzoncillo
Paso piola
Alguien dice
que vamos a llegar
Mi compañero
se queja por la lentitud
Llegamos a
Cartagena, Huidobro me recibe
Me pregunta
si estoy cansado
Vamos a su
casa
Saca una
botella de vino
Las mujeres
se ríen, cuando lo ven caminar
Declama un
poema que se llama “ella”
Los encuentro
burgués
Miro a una
mujer que toma alevosía
Pregunto de
su nombre, habla de arte
Me dicen que
su nombre es “Valeria”
Le propongo
ir al baño…
Ella no
pregunta, sabe que soy un poeta de la vanguardia santiaguina
Le tomo la
cintura, saco dos palabras del diccionario en español
“Me gustas”
Su cintura
se inclina, toma la medicina
Me dice que
el diccionario tiene dos palabras más
Me invita a
descubrirla
Enloquezco
Huidobro me
mete conversa
Me dice que la poesía
es un atentado celeste
Miro a
Valeria, pide dos tragos
Me seduce
saber como practica los besos cuando se trasforman en versos
Estoy en
leva nuevamente
Su olor me
hace pensar en el perfume, la invito a la playa…
El dedo de su
pie derecho lo quiero en mi boca
Tomo sus
zapatos, la arena seduce sus pies
Nos sentamos
Huidobro me
sigue
Es el año
1925
Me habla al oído
Me dice que
al amanecer el poema funerario
Le contesto
al oído
Me gusta la
chica de lentes
Me dice que
no la toque, que voy a perder la cabeza…
Me excita la
métrica de sus pies, me dice
Vamos a una de camitas de la casa de
Huidobro
Le tomo su
mano, juego con la entre pierna
Tomo la temperatura,
grito su no virginidad en 1925
Toco y el
fuego se convierte en la métrica perfecta
Escucho la
voz de Huidobro…
¿Dónde está
Gregorio Bermúdez?
-
Grita desesperado
Sigo
tocando, quiero ser madre, me susurra al oído
Penetro con
mi pequeñez pero intensa calentura
Líquidos
enlodan mi erección,
Llego a la
cordillera, con la patudes de siempre
Montan mi
caballo
Le doy al
galope como poeta enrojecido
Resisto la
batalla campal de espasmos y tiritones
Me levanto,
fumo un cigarro
Guardo silencio
Voy a buscar
a Huidobro, su esposa me ataja
Me pide que
lo encuentre
Lo busco,
escucho su voz, esta con ella
La chica
punk del tren, le susurra al oído
“sobre la nieve se oye resbalar la noche”
Las tetas escuchan
la prosa del poeta burgués
Le tomo la
mano, tomo su mohicano
Canto una
canción de Evaristo
“bobo vive para sí mismo…”
Ella me
responde
“hoy
cualquiera es como bobo”
Aparece la
mujer de Huidobro, lo tapa con una manta…
Sigo mi
camino con ella y me dice
“Si
tú sigues su ejemplo, podrás convertirte en bobo”